Lectio Divina 30º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

Evangelio del día 26 de octubre Lucas 18, 9-14

Lectio:

Un fariseo y un publicano. Los dos oran a Dios. El fariseo se enaltece a sí mismo exaltando sus cualidades y menospreciando al publicano que tímidamente se golpea el pecho reconociendo no haber sido justo ante Dios. Dos personas y dos actitudes muy distintas. Ante la soberbia farisaica, Dios le da preferencia y enaltece la humildad de un pecador arrepentido.

 

Meditatio:

Una de las actitudes que debemos tener ante el Señor es la humildad. Juzgar, condenar al otro sin conocer su corazón, son posturas contrarias a las que nos pide Jesús y más aún cuando nos dice «aprended de mí que soy manso y humilde de corazón» o cuando nos enseña a orar en el padrenuestro. La humildad ante Dios no es sinónimo de humillación o vergüenza, sino de honra, de reconocer que nuestros méritos están en sus manos y no en nuestros caprichos. La oración debe expresar nuestro sentir sencillo y nuestro actuar humilde junto al Padre, que siempre conoce a sus hijos.

 

Oratio:

Oh Dios bondadoso, rico en piedad, humildemente venimos a ti, arrepentidos y confiantes en tu misericordia. Míranos con el amor de Padre que sabe amar y perdonar. Enséñanos a vivir tu humildad que nos ennoblece ante ti. Envíanos tu Espíritu que nos reconcilia contigo y con los hermanos. Haznos, Señor, dóciles a la oración y fieles en el cumplimiento de tu Palabra.

En Costa Rica desde el año 2009

Somos Librería y distribuidora de las biblias y libros católicos

Ver Galeria