Son muchos los orantes que perciben su propia oración como un monólogo y se pregunten si, cuando oran, no se están dirigiendo a una pared vacía. A otros les resulta difícil encontrar palabras para empezar a dialogar con Dios y, a menudo, abandonan porque no saben qué decir ni cómo hablarle. El autor, benedictino, maestro espiritual con amplia experiencia y autor de varios preciosos libros, nos presenta un sencillo itinerario que, partiendo del conocimiento propio, lleva a la oración continua.
Somos Librería y distribuidora de las biblias y libros católicos