Vocación, espiritualidad y acción: la tríada en donde nos jugamos la vida. La fórmula en la que nos hemos de jugar toda nuestra vida. Los laicos están emplazados a responder su vocación, y a sostener la cotidianidad en la profundidad de una espiritualidad que los lleve al encuentro de la voluntad de Dios. También están llamados a actuar, es decir, a predicar el Evangelio con la vida. Este es el camino de existencia en el que los laicos, de manera especial, están invitados al compromiso de jugarse la vida y de entregarla al Señor a partir de los dones recibidos. Este es el camino de la madurez y la responsabilidad cristiana con el que los laicos están llamados a ser cristianos de amplio criterio: vivir en medio del mundo, compartir el modo en que se ha sido llamado y ser testigos del amor del Señor.
Somos Librería y distribuidora de las biblias y libros católicos